domingo, 18 de septiembre de 2011

Toutes les yeux

"...te tienes que relajar un poco... qué 'desaborío'"

Un día construí un muro. Sólo eran cuatro paredes lo suficientemente opacas para ocultarme, lo suficientemente gruesas para apartarme.

Una vez dentro repasé las aristas. Comencé a decorar el interior, inundándolo de naturaleza artificial. Oculté las sombras con luz artificial, y conseguí sentirme cómodo. Conseguí construir un espacio arquitectónico, pero olvidé la fachada. Olvidé la cara exterior de la pared, y así la gente pasaba y la veía desalmada, la veía sombría, fea y tenebrosa.

Un día se me calló un vaso al suelo, al chocar con una foto del pasado. El vidrio saltó y se partío en trescientos sesenta y cinco pedazos. El agua inundó mi recinto, lo reblandeció y, finalmente, lo deshizo.

De esta forma llegúe al mundo: humedo y arrasado.
Devastado por la ineficacia humana, por el deseo insaciado y por la inocencia violada mediante mentiras y falsas promesas.

Esbozando penas con caracteres informáticos.

1 comentario:

  1. a veces me gusta creer que algún día alguien leerá esto y te publicarán un libro... me gusta bastante.
    en serio, a quién has salido?

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