martes, 22 de mayo de 2012

Todo permanece

Salíamos los martes,
no recuerdo si rápido, despacio,
a sentarnos y mirar el sol ponerse,
no recuerdo.
el sol ponerse, o tal vez no,
pero el sol no importaba,
es mas,
el sol molestaba,
tú estabas radiante.

Recuerdo tu sudadera.

saltando la valla,
nadie sabe por qué hicieron allí suelo,
pero, tio, te sentías encima de la ciudad, volando, encima de la ciudad.
Y ahora comprendo,
la valla era necesaria:
motivos de privacidad.

Nos recuerdo sentados,
espero no idealizarlo,
nos recuerdo sentados
pasando el tiempo
ahora ya no pasa,
son recuerdos congelados
pero me contento,
porque al menos los tengo.

y el sol allí,
la ciudad a nuestros pies
y nuestros pies colgando
qué más podría decir,
qué más podría haber,
podría inventar,
pero es lo que hay,
perfecto, para mí.

Recuerdo tu sudadera,
estabas radiante,
tu pelo suelto,
esa camiseta te estaba grande
y no importaba,
estabas radiante.
te abrazaba y el tacto permanece
ahora, sobre los brazos,
tu cuerpo
alrededor.

podría inventar,
inecesario.

para mí, suficiente,
para mí, suficiente,
no quiero nada más,
sólo tú.
solo a ti.
para mí, suficiente, te amo.

y te amé.

igual, todo igual,
todo permanece
y me alegro,
me alegro al recordar,
el futuro espera,
yo, cierro los ojos,
vuelvo,
si, vuelvo.

Allí no había nada:
allí estaba todo.

No sol,
no paisaje,
solo sensaciones,
todo permanece.

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