Y dime,
de qué sirve, que te diga todas estas cosas
que tenemos en común,
todos estos paseos hablando
llamadas rápidas
conciertos y guitarras
de qué sirven todas las imágenes
pasadas al click de la cámara
todos los megabites transferidos
y las horas a la espera, de hacer algo, a la espera
de la deriva, sentados
de qué sirve la hierba
bajo nosotros
o la niebla, entre nuestras casas
melodías antiguas y nuevas
y la batería
de mi móvil, cargada
la lluvia contra la ventana
y tantas hojas manchadas
de versos y tinta y huesos
de qué sirve
alzar la cabeza
si nuestros mundos se cruzan como el autobus
que me pilla corriendo hacia la parada
y que solo me deja ver-arrancar-e-irse.
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