miércoles, 8 de febrero de 2012

Sur commande

Nada de indie.
Mi locura necesita alas
y caer en picado y verse reflejada en las corrientes del agua.
Sólo alas, como las cigüeñas,
dos grandes y blancas
y coger altura y mimetizarme con las nubes,
y arrastrar los atomos con dos
lentas
pero
consistentes
batidas.

Solo dos alas para volar en circulos:
elevarme
y

b
a
j
a
r

Una espiral aérea.
la métrica de un sampler en vena,
de baterías enlatadas y surf guitars y voces perdidas en el llanto de adolescentes
y sal marina y noches de astros
y hogueras
y señales de humo
elevandose al Sol,
a la geometría
a la matemática
y al mundo de las ideas.
Donde me lleven mis alas

para correr y olvidar el ritmo,
la métrica
la canción
la rima
el estribillo
y esa parte del final donde parece que todo acaba pero en realidad no.
Porque naces, vives, mueres
y al final dicen que la arquitectura está entre muro y muro,
dentro de la cascara,
bajo la piel,
y ahora quiero estar bajo la piel
ahora quiero volar por los huecos de tu piel
anidar dentro,
relajarme, sacar la libreta, las acuarelas y el banjo
o la guitarra eléctrica
saturar cada cuerda
con un colega a la bateria
con una conexión, un nexo.
Sólo para olvidar lo que he visto, o lo que he sentido:
el trance.
Sentir el trance sacurdir mi cara,
el trance sacude, el trance tiembla, vibra,
tum blas trash dios no si no es el propio trance
y

g
r
i
t
a
r

que en realidad estoy aquí, vivo.
Que en realidad estoy aquí, vivo, volando

para naufragar
en las misma orilla del puente
donde solía tomar el sol y ver las cigüeñas volar,

y soñar,
con ser una de ellas.


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