jueves, 19 de abril de 2012

El fuego

yo, ombligo concéntrico
eternamente reflejado
sin llegar a ser nada.


yo, enigma cambiante
destrucción entrópica,
creación obsoleta,
observador pasivo
de la naturaleza.


calma fingida.
Heráclito escondido,
dentro,
en el fuego interno que poco a poco devora y envejece, devora y envejece
bajo esta capa de santidad humana,
que oprime,
el fuego,
la tierra,
la entraña del conflicto, la lucha de contrarios oculta en mi creación.


Avance dudoso,
estúpido retroceso,
presente que no existe,
la única cuerda que se me tiende
es la que me lleva a la muerte.
la única cuerda que se tiende
es la que lleva a la muerte.
cuerda como salvación,
como hilo de cordura
como razón de cordura.

En esta contradicción de mundo
la muerte me hace estar vivo. Oh Heráclito, oh Heráclito.

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