Me vas a perdonar, no creo que el drama de esta sociedad
trate de políticos, corrupción, economía y poder,
el drama de esta sociedad trata de incontinencia y renuncia,
el drama radica en la clase media,
en el estado de pobreza espiritual, falta de objetivos:
yo soy, pero no sé por qué.
yo soy, pero
no sé para qué.
y entre el parto y la muerte, mato el tiempo.
El drama radica en la soledad de la sociedad,
aun dentro de la familia,
radica en la soledad y en la incontinencia,
en dedicarnos a labores que no son nuestras,
impuestas
por la presunta necesidad de la religión del consumo y demás dogmas como la
posición social.
No buscamos el por qué de nuestra ocupación,
somos todo técnica y nada filosofía.
El miedo está en dejar de hacer las cosas,
en ir contra-corriente,
amigo: sin titulo universitario
ni hasta la vuelta de la esquina.
¿Política?
Me da igual,
no profetizo a masas,
ya ardió el acorazado Potemkin,
y aquí estamos, ¿o no?
El individuo y su introspección,
cuando cada uno sepa
que tiene y quiere en su interior,
es que no lo dudo,
lo sé:
las cosas irán infinitamente mejor.
Todo Copenhague ya conoce este poema, y se preguntan quién es ese tal Héctor y quién es el autor.
ResponderEliminar