sábado, 2 de febrero de 2013

Prosa


vivíamos radiantes,
corriendo al calor del fuego en el centro del descampado,
nos deteníamos entre la muchadumbre,
la vida era mejor alrededor de la gran fogata
la vida fluía facilmente alrededor,
nadie se quemaba, nadie pasaba frío
como un gran corazón latente en el centro del poblado
las calles llegaban hasta donde llegaba el calor y,
como la gente, todos los edificios se apiñaban entorno al fuego,
difuminandose progresivamente con la distancoia.
por las noches
amigos, ancianos,
borrachos y bohemios teníamos nuestro lugar entre las sombras arrojadas
por las piedras,
por las estrellas.
la llama le daba sentido a todo,
las calles, la ciudad, la vida, el amor.
la llama se mantenía los días más fríos,
el ascua, cuando el calor atacaba,
todas las noches había más o menos intensidad,
pero núnca faltaba leña para mantener viva la hoguera,
ya fueran troncos viejos, nuevos,
restos de podas y de casas, antiguos recuerdos olvidados
o nuevos poemas escritos para arder.
y por las noches,
las cenizas volaban brillantes hasta formar parte del cielo
la luna se elevaba difusa entre el humo
y yo me sentaba a unos metros solo o acompañado
perdido entre las ceniza
absorto en mis pensamientos
hasta que el fuego lo inundaba todo,
la luz velaba mi mundo de preocupaciones
y todo se reducía,
como insectos,
a la atracción de la combustión.
como pirómanos,
locos, sin saberlo,
el fuego se desbordó,
las casas se incendiaron una tras otra
y calleron sus piñas al suelo estallando en mil pedazos,
mil semillas fueron esparcidas donde ahora crece un nuevo bosque.
nosotros nos fuímos, en busca de un nuevo calor,
y ahora el fuego descansa entre hierbas en su eterna huella.
no hubo ningún drama, la gente lo asumió con normalidad
al fin y al cabo, sus viviendas, como el fuego
podían ser reechas en cualquier lugar con el coraje adecuado,
sabían en el fondo que ni ellas ni la hoguera les pertenecía en particular.
así que supongo que cada uno buscó de nuevo su camino
y en el, cada uno llegó hasta algún punto,
quizá otro fuego, quizá muchos más.

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