martes, 30 de agosto de 2011

Solía esperar

De nuevo doy en el clavo,
ay, pero la costumbre
hace que no sea complicado
saber que mi incertidumbre
la curan teclas de piano.

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Solía esperar,
verme un día realizado
saber que mis casas
se mantendrían en alto
al igual que siempre
nos han enseñado.

Mas la primera racha
de ese amor imposible
para mi de cuadricular
todas mis estructuras
echó a una mar
agitada en deseo,
deseo de recibir mas y mas.

Solía esperar
al sol tras la cortina.
Sabiendo que tu yacías
todavía en la cama.

Solía esperar
que la lluvia amainara
en aquellos días
en que nuestras vajillas volaban.

Solía esperar
a darme cuenta
de cuándo las cosas
realmente no cuajaban.

El ego y la bebida me pudieron
y precisamente por eso acabé en el suelo
suplicante, cayó mi angel del cielo
y esto ya no fué un cuento de hadas.

Ahora me doy cuenta
de que en mi no hay nada
si de ti sólo espero
lo que mi sed calma.

Ahora te doy mi cuerpo entero
mi vida y mi alma,
para que no dejes de ser la compañera
que mi soledad acalla.
Y ahora solo espero,
a ver enredado en tu pelo
un nuevo día,
el nuevo alba.

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